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domingo, 26 de junio de 2011

LA CONQUISTA Y LA COLONIZACIÓN

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del poder Popular Para La Educación Superior Universitaria
Universidad Bolivariana De Venezuela
Historia de Venezuela I
Sección 12011-N



La conquista del territorio venezolano, se inicia a raíz de su descubrimiento. Expediciones llegaron en busca de oro, perlas, palo brasil, etc.
En la Isla de Cubagua se fundó en 1500 la ciudad que llevó el nombre de Nueva Cádiz. Fue el gran centro perlífero, sede de los españoles esclavistas.
Bartolomé de las Casas, logró la corona española autorización para establecerse en tierra firme. Se comprometía a convertir a los indios en forma pacifica, fundar pueblos y establecer una gran colonia agrícola.
El ensayo de las Casas no se llevó a cabo.
Gonzalo de Ocampo fue enviado por la Audiencia de Santo Domingo para castigar a los indios. Fundó la ciudad de Nueva Toledo.
Jácome Castellón llegó a tierra firme con una expedición y fundó la ciudad de Nueva Córdoba.
La región oriental recibió el nombre de Nueva Andalucía. En 1568 se le dio categoría de provincia. Diego Fernández de Serpa fue nombrado gobernador.
Los capuchinos y franciscanos fundaron muchos pueblos en territorio de los estados Sucre y Monagas.
El Capitán Juan de Ampíes fue enviado con el objeto de poner coto a los abusos de los esclavistas. Fundó la ciudad de Santa Ana de Coro, iniciando la conquista pacifica.

PERIODO PRECOLOMBINO
Antes de la llegada de Cristóbal Colon la región que ahora es conocida como Venezuela estaba habitada por numerosas tribus indígenas. Los principalesgrupos étnicos eran los Caribes, que ocupaban la mayor parte del este y la costa central, así como las islas y los arahuacos, que ocupaban el occidente. Otros grupos importantes los constituían los timotocuicas, en la zona de los Andes.
Muchos otros grupos indígenas ocupaban espacios menores a lo largo del territorio que es actualmente Venezuela.
El Periodo Paleo – Indio (20.000A. C. – 5.000 A. C.) Se caracterizó por el uso de piedras, madera, cuero, hueso o marfil para la elaboración de instrumentos utilizados para recolección y la caza de mamíferos.
Los primeros habitantes de Venezuela fueron nómadas es decir, no vivían en un sitio fijo. Se cree que llegaron a estas tierras a través de distintas rutas, tanto de la América del Sur, como de las islas del mar caribe, las cuales usaron como una especie de puente desde la América del Norte. Esos desplazamientos trataban de buscar, entre otras cosas, nuevas, áreas de doblamiento en las que, tanto los recursos (caza, pesca, recolección, áreas propicias para los cultivos en las épocas más recientes), como la menor densidad demográfica (la que determina, a su vez, una menor presión de lapoblación sobre esos recursos), fuesen más favorables.
Entre los animales con los que convivieron y los primeros venezolanos se encontraban los siguientes: mastodontes, caballos, megaterios y gliptodontes, todos eran ejemplares de gran volumen, a los cuales acorralaban y luego atrapaban para la domesticación o el consumo.
Cuando la densidad de población aumentó, las grandes animales empezaron a desaparecer, por lo que fue necesario afinar las técnicas de caza de animales más pequeños; aparecieron implementos más sofisticados al igual que la producción de artesanías y utensilios hechos con piedra, madera,huesos y barro, entre otros.
A las técnicas agrícolas utilizadas en la época, se les incorporó la cría de algunos animales domésticos como el pavo y el acure, así como la caza y la recolección, que eran actividades aún más antiguas.
El período Meso – Indio (5.000 A.C. – 1.000 A.C.) se caracterizó por la explotación del mar, la recolección de recursos vegetales en el interior del territorio y la caza de pequeños mamíferos. Otras de las características de este período fue la adopción por parte de las tribus del sedentarismo comosistema social de vida.
El período Neo – Indio (1.000 A. C. – 1.500 D. C.) se caracterizó por el desarrollo de una arquitectura incipiente, basada en construcciones como represas, terrazas agrícolas y bóvedas alineadas por piedras (mintoyes) utilizadas como tumbas y silos para el almacenamiento de productos agrícolas. Se cree que para esta época se comenzó a desarrollar el sistema de compra y venta de alimentos, a través del trueque o del pago con las primeras unidades monetarias.
Al Neo – Indio pertenecieron importantes dirigentes indígenas llamados jefes, diaos, guerreros o caciques, quienes defendieron sus tierras y sus culturas frente a los conquistadores españoles. Entre ellos destacan:
Manaure: Tenia un importante liderazgo en el área del actual estado Falcón durante las primeras décadas del siglo XVI.
Guaicaipuro: Otro cacique que convocó a un levantamiento en contra de los españoles, de las sociedades gobernadas por su hijo Baruta.
Cayurima: Fue cacique de los cumanagotos, en el área nororiental del país.
Doaca: Con quien se identifica la actual zona larense de Duaca.
Nigale: Jefe zapara en el Zulia
Huyapari: Con cuyo nombre los españoles identificaron al río Orinoco y su área, en 1531.
Acaprapocón y Conopoima: Quienes comandaron la lucha una vez muerto el cacique Guacaipuro.
PERIODO COLONIAL
Cristóbal Colon llega a las costas de Venezuela en el año de 1498.
En el año de 1499, Américo Vespucio y Alonso de Ojeda navegaron desde el golfo de Paria (en el extremo este de Venezuela) hasta el lago de Maracaibo. Allí observaron los palafitos en que habitaban los indígenas de la región y estos les hicieron recordar la ciudad italiana de Venecia. De allí según muchas versiones, les habrían puesto a la región el nombre de Venezuela, Pequeña Venecia. Sin embargo, en otras versiones con algún respaldo documental, se mencionaba que los indígenas del Lago de Maracaibo, denominaban Venezuela a la región donde Vivian, ya que esta palabra significaría en lenguaindígena, "Agua Grande". Existe una tercera posibilidad en las que ambas versiones serían verdaderas ya que, con el nombre de Venezuela tomado de los españoles, los indígenas de Maracaibo pudieron identificar lo que ellos conocían como "Agua Grande".
A raíz de la colonización se fundaron muchas de las ciudades más importantes de la región, entre otras Coro, Valencia, Barcelona, Puerto Cabello, Maracaibo y Santiago de León de Caracas. Administrativamente, Caracas era la sede de la Capitanía General, la cual era responsable de controlar la región y dependía del Virreinato de Santa Fé de Bogotá.
Durante el periodo colonial se desarrolló en Venezuela, al igual que en el resto de las colonias españolas, una fuerte división en castas o estamentos, en la que el criterio racial tenía la mayor importancia. El poder político lo mantenían las familias blancas, descendientes de españoles y los criollos (nacidos en la zona), conocidos también como mantuanos (se dice que el nombre proviene de la mantilla utilizada por las mujeres blancas para asistir a la Iglesia). Se movilizó cierta cantidad de esclavos provenientes del África, los cuales se establecieron principalmente en las zonas cálidas de la costa para dedicarse al cultivo de cacao y de azúcar y se explotaron las riquezas naturales como las perlas y el oro, así como los recursos agropecuarios tales como los pieles del ganado, el tabaco, el cacao, la caña de azúcar (cultivo que los mismos españoles introdujeron), etc.
Parte de la información que se conoce del primer período colonial proviene del libro Historia de las Indias de Bartolomé de las Casas.
CONGRESO DE ANGOSTURA
A mediados de 1819, los patriotas ejecutaron el gobierno de la República en la provincia de Guayana, designada a la ciudad de Angostura como capital y nombrando distinguido jefes patriotas como gobernadores de las provincias liberados, que para ese momento solo eran Guayana (Manuel Cedeño), Barcelona (José Tadeo Monagas), Cumaná (José Frontino Bermúdez) y Margarita (Francisco Esteban Gómez).
LA SEGUNDA REPÚBLICA

El gobierno comando tropas a Bolívar para luchar contra los realistas de Venezuela. Acompañan a Bolívar excelentes oficiales como Rafael Urdaneta, José Félix Ribas, Antonio Ricaurte y Antonio Girardo.


referencias electronicas:
http://www.monografias.com/trabajos33/conquista-venezuela/conquista-venezuela.shtml

http://www.youtube.com/watch?v=8dKEZ6d-fys


Profesor: Edgar Marcano

Estudiante: José Alexis Villamizar Vásquez
C.I. 12.831.804

Insurrecion de los comuneros


República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder Popular Para La Educación Superior Universitaria
Universidad Bolivariana De Venezuela
Historia de Venezuela I
Sección 12011-N




INSURRECCIÓN DE LOS COMUNEROS


La insurrección de los comuneros o revolución de los comuneros fue un levantamiento armado gestado en el Virreinato de la Nueva Granada en 1781.




El visitador regente


Para garantizar los cobros se creó la figura del Visitador Regente, que en principio debía ser un jefe administrativo del virrey, pero que en la práctica iba más allá. Los primeros nominados eran funcionarios muy de la confianza de la Corona (especialmente de sus ministros) pero a la vez inexpertos y muy arrogantes. La regencia de la Nueva Granada se entregó a Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres. La actitud en búsqueda de ingresos fiscales emprendida por este regente provocó en 1781 la rebelión de los Comuneros. Gutiérrez resucitó el antiguo impuesto de la Armada de Barlovento o impuesto a las ventas que afectaba severamente a las gentes de la región de Guanentá en el actual departamento de Santander, porque el algodón crudo y los hilados de algodón figuraban entre los productos afectados y la región fabricaba textiles con este material.




La insurrección de 1781



Aunque ya en 1752 y 1764-67 habían estallado motines contra el monopolio del aguardiente, fueron las medidas tomadas a fines de la década de 1770, que provocaron que el nuevo levantamiento tomara una magnitud sin precedentes.
En los últimos meses de 1780 hubo motines contra los guardas de la renta del tabaco en SimacotaMogotes y Charalá, pero la cabeza del movimiento fue la ciudad de Socorro, en donde el 16 de marzo de 1781Manuela Beltrán rompió el edicto referente a las nuevas contribuciones, a los gritos de “viva el Rey y muera el mal gobierno. No queremos pagar la armada de Barlovento”.
En sus comienzos los protagonistas visibles eran los pobres, tanto mujeres como hombres. Las revueltas comenzaron luego a ser dirigidas por personas un poco mejor ubicadas (comerciantes, carniceros, pequeños agricultores) y la rebelión tomó forma. La presión logró que algunos hombres de prestigio se comprometieran en ella. También se incorporaron indígenas, liderados por Ambrosio Pisco, un cacique rico. Ellos agregaron al pliego de demandas la devolución de tierras tomadas a las comunidades amerindias.
Como general de los insurrectos fue elegido Juan Francisco Berbeo, en asocio de Salvador PlataAntonio Monsalve, y Francisco Rosillo, quienes constituyeron la junta llamada “El Común” de donde les vino el nombre de “Comuneros”. Se reunieron en el Socorro cerca de 6.000 hombres que marcharon en dirección a Santafé (hoy Bogotá).
En el camino se agregaron voluntarios de otras poblaciones hasta completar un cuerpo de 20.000 hombres y, en el Puente Real (hoy Puente Nacional), cerca a Vélez se encontraron con la pequeña tropa enviada desde Santafé a órdenes de José Osorio y del capitán Joaquín de la Barrera, quienes no pudieron interrumpir el avance de los comuneros y, mientras el regente Gutiérrez de Piñeres salía en precipitada marcha hacia Cartagena de Indias, el gobierno acordó impedir la llegada y designó al oidor Vasco y Vargas y al alcalde don Eustaquio Galavís. El arzobispo (y después virrey) Antonio Caballero y Góngora ayudó con su presencia a las negociaciones.


Las Capitulaciones de Zipaquirá


La comisión de negociadores parlamentó con los jefes de los sublevados en El Mortiño (cerca a ZipaquiráCundinamarca), quienes presentaron un pliego de 35 demandas. La comisión decidió acceder a todas las demandas y se firmaron unas capitulaciones que fue aprobada por la Audiencia. En ella se rebajaban unos impuestos, se suprimían otros, se atenuaba su recaudo y se convenía en dar preferencia a los americanos sobre los españoles para algunos cargos en que éstos eran mal vistos. También se acordó perdonar toda falta a los comuneros.
La negociación finalizó con un juramento ante los Evangelios y una misa solemne presidida por el Arzobispo, quien procedió a convencer a los insurrectos de marchar a sus hogares.
las Capitulaciones de Zipaquirá, que Berbeo y los Comuneros negociaron con la comisión oficial, encontramos la defensa de las tradiciones jurídicas de los pueblos, el reclamo por la supresión y rebaja de impuestos, la libertad de cultivo y el libre comercio del tabaco, el mejoramiento de caminos y puentes, el acceso de los americanos a los altos puestos administrativos, la devolución de los resguardos a los indígenas, la devolución de las salinas a los indios y otros reclamos semejantes.

Incumplimiento de las capitulaciones

Levantamiento en otros lugares

En junio de 1781 fue muerto por un levantamiento en Pasto motivado por la imposición del "Estanco", don José Ignacio Paredo, teniente gobernador de Popayán. Igualmente se sublevaron NeivaGuarneTumacoCasanare y Mérida como reflejo del moviento en Socorro.
La revuelta también se extendió a la región de Antioquia con los comuneros de Guarne , con los de Sopetrán y Sacaojal, quienes pedían también el libre cultivo del tabaco. Los de Guarne solicitaban, igualmente, que se reconociera el derecho de mazamorreo (lavar en las arenas de los ríos el oro), como también que en el valle de San Nicolás de Ríonegro no gobernaran los forasteros en el ramo de justicia. Es de notar la casi simultánea emergencia de movimientos con reivindicaciones semejantes en casi toda la sudamerica española incluyendo el movimento de José Gabriel Condorcanqui Tupac Amarú

Consecuencia del movimiento

Fuera del aspecto económico, que tuvo como fin la lucha contra los impuestos, la revuelta (y no revolución ya que no buscaban cambiar a España como su gobernador) comunera abarcó aspectos sociales y políticos, ya que una de las estipulaciones contenidas en la capitulación hecha en Mortiño era la preferencia de los americanos para la provisión de ciertos empleos, lo que implicaba ya una cierta alteración importante en el régimen colonial. Por otra parte, también se aspiró a rehabilitar la raza indígena y Galán proclamó la libertad de los esclavos en las minas de Malpaso, cerca de Mariquita (Tolima). Este fue uno de los cargos por los cuales se condenó a muerte a los sublevados.
Pese a sus reivindicaciones coyunturales y a su declaración en pro de la autoridad real, el movimiento comunero ha sido visto por varios autores como un anticipo de la Independencia, en la medida que fue una expresión de furia popular contra los funcionarios españoles y una aspiración de tener gobiernos con participación criolla. Aunque estas manifestaciones distan aún de lo que será el proceso de Independencia, es visto como un paso dado hacia un sentimiento nacionalista.
Se resalta finalmente, que la insurrección comunera, con sus reivindicaciones de igualdad social, política y económica se da antes que laRevolución francesa. Las proclamas comuneras no estaban lejos de Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que luego fueron emitidas en esta.


Profesor: Edgar Marcano
Estudiante: José Alexis Villamizar Vásquez
C.I. 12.831.804

sábado, 25 de junio de 2011

Publicación Resistencia Indígena

Historia de Venezuela I - Sección 1201N
Neli Sánchez C.


RESISTENCIA INDÍGENA

Una resistencia digna y heroica
   A lo largo de los años se nos ha enseñado la historia de un modo diferente, a favor de aquellos conquistadores que invadieron nuestras tierras con la excusa de explorar y hacer descubrimientos que según los historiadores, solo podían hacer los Europeos. Pero, que paso realmente después del famoso descubrimiento? ¿Fué un descubrimiento o una invasión? ¿Por qué se le llama resistencia indígena?

    En el presente artículo tratare de indagar en estos hechos que marcaron pauta en la historia de América Latina con énfasis en Venezuela.

    Para nadie es un secreto que los españoles tocaron tierra Venezolana en el año 1498 en la isla de Trinidad, denominando toda la región Tierra de gracias por la amabilidad de los indígenas que inocentemente los recibieron sin saber lo que les esperaba.

    Los españoles tiempo después de su desembarque comenzaron con su gran azaña: “explotar nuestras tierras y aborígenes”. Se dice que Cristóbal Colón, en su primer viaje, escribía en su diario el 16 de diciembre de 1492: “Ellos no tienen armas y son muy cobardes y así son de buenos para mandarles y hacerles trabajar, sembrar y hacer todo lo otro que les fuere menester”. (Fascículo 3, Colección Bicentenario, Correo del Orinoco 2011)

    Los indígenas pasaron a ser sirvientes de los hombres blancos, esclavos laborales, y las mujeres eran usadas sexualmente para satisfacer las necesidades de estos invasores, muchos eran también vendidos como mercancía a beneficio de los que dominaron nuestras tierras y otros corrieron con menos suerte y fueron azotados hasta morir.

    Todos estos excesos por parte de los españoles provocaron la rebelión de los nativos en todo el territorio americano.

    Canoabo, cacique de los caribe, lideró el primer levantamiento en la isla La Española, donde tomó por asalto el Fuerte de la Navidad, matando a sus 39 ocupantes. En sucesivas batallas se enfrentó a las tropas de Colón, hasta ser derrotado y aprisionado por Alonso de Ojeda, quien lo envió junto a su hermano a España para ser vendido como esclavo en el año 1496.

    “Esa rebelión en La Española fue sólo el inicio de un largo y doloroso proceso de resistencia indígena a la ocupación europea, que adquirió características diversas en las distintas regiones de toda la geografía del continente. En Venezuela, a la muerte del gran cacique Catuche, el año 1550, asumió el mando de los caracas y los teques un joven de 20 años llamado Guaicaipuro, quien se enfrentó por primera vez con los españoles cuando éstos invadieron el territorio de los teques para explotar una mina de oro.” (Fascículo 3, Colección Bicentenario, Correo del Orinoco 2011)

    Hay que aclarar para tener una idea más amplia de la gran resistencia que sufrieron nuestros nativos que el Cacique Guaicaipuro nació 38 años después de la llegada de Cristóbal Colón, y miembro de la etnia Catuche, razón por la que después de su muerte asume el mando de la tribu y se enfrenta contra los españoles.

    El Cacique Guaicaipuro creció impactado con los rumores que hablaban con la llegada de los españoles, con armamentos mortíferos, espadas y caballos.  Veía escuchando como en otras regiones las aldeas era sometida a grandes explosiones, como los hombres eran obligados a trabajar y las mujeres golpeadas y sometidas por los hombres blancos; queda evidente que su crecimiento fue forzado a recibir una formación defensiva ante el eminente peligro de la invasión europea. (Historia del Cacique Guaicaipuro. VTV)

    Cuando llego el día, ya estaba preparado para casi cualquier adversidad, los españoles llegaron a caracas de islas cercanas donde estaban hospedados hace mucho tiempo y donde corrían tantos rumores de sus explosiones y extorciones en contra de los nativos. Guaicaipuro, Cacique de Los Teques y Caracas y su hijo Baruta, Cacique Mariche enviaron mensajeros a los demás jefes Caribes urgiéndole a organizarse y prepararse para la llegada de los españoles. Algunos se desplazaron por las montañas, mientras que el resto siguió el mensaje de Guaicaipuro. (Historia del Cacique Guaicaipuro. VTV)

    En 1560 una avanzada española dirigida por el mestizo Francisco Fajardo descubrió una mina de oro en la zona de Los Teques y en poco momento llegaron grandes embarcaciones desesperados por la fiebre del oro, las minas concentraron la atención de la Corona Española. (Historia del Cacique Guaicaipuro. VTV)

Comienza la Resistencia Indígena 

    Por el lado de  los españoles encabeza la invasión Capitán Juan Rodríguez Suarez, veterano de la Conquista de Nueva Granada, antiguo alcalde de Pamplona y fundador de la ciudad de Mérida en los Andes Venezolanos. Esté hombre venció a los pueblos de la zonas Timotocuicas en el periodo pre-colombino. Suarez entre sus grandes destreza contaba con el conocimiento psicológico de los nativos lo que le daba mayor fuerza a su ataque, de hecho sus hijos eran mestizo producto de la unión con mujeres nativas de la Venezuela pre-colombina.

     Guaicaipuro lanza por lo menos 5 ataques a las minas de Los Teques, siendo estas muy débiles y con resultados fallidos; las minas funcionaban como fuertes militar. Entonces, Guaicaipuro decide desplazarse y buscar otros apoyos; mientras tantos los españoles los rodeaban con un número mayor de atacantes y mejor armados (rifles, espadas, perros, caballos, entre otras armas).  Guaicaipuro visualizo esta gran mayoría y se dio cuenta que eran muy débiles frente a los hombres blancos para atacarlos, de hecho los otros caciques de las tribus por el gran  pánico que sentían armaron sus propias resistencias en sus aldeas.

    Guaicaipuro y Terepaima fueron los caciques que junto a sus tropas atacaron la mina de oro de Los Teques; con flechas, macanas, dardos envenenados, con palos y piedras iniciaron su ataque, fue muy difícil penetrar, estaban sin armas pero el ataque sorpresa les dio una gran ventaja sobre los españoles iniciando así una gran batalla a favor de su dignidad aborigen. Lograron dispersar a los españoles y liberar a los indígenas esclavos.

    Fue así como Guaicaipuro se convirtió en Comandante en Jefe de Resistencia Indígena, aceptaban su jefatura única para el combate, Guaicaipuro sabía que ahí no terminaba su victoria. Los españoles planeaban volver y apoderarse definitivamente de las tierras y para ellos regresaron con millones de hombres en embarcaciones gigantescas y mayor armamento.

    Los indígenas respondieron con igual azaña que los españoles, murieron muchos inocentes, incluidos los hijos de Suárez. Para los indígenas eran casi una victoria, habían logrado dispersar las tropas españolas, quedando sólo cuarenta de sus hombres para contar la historia.

    Pero, todo se complica después cuando los españoles lanzan el contra ataq8ue y colocan al mando a Diego de Lozada quien llego con mejor armamento y hombres mejor preparados y en cantidad; con más disciplina y organización  y a pesar del miedo de los españoles y la solicitud que le hicieron a Lozada de hacer la retirada, el hombre siguió adelante con el objetivo de toma de nuevo el dominio

    Diego de Lozada autoriza a Francisco Infante para que busque y le traiga a Guaicaipuro vivo o  muerto, es entonces después de la larga búsqueda que lo consigue y planean su ataque; Guaicaipuro rodeado en su cuartel de Suruapo por las tropas enviadas por Diego de Losada, prefiere  morir luchando antes de ser apresado como esclavo. Según las crónicas de la época, éstas fueron sus últimas palabras: “¡Ah, españoles cobardes… Yo soy Guaicaipuro a quien buscáis y quien nunca tuvo miedo de vuestra nación soberbia. Aquí me tenéis, matadme, para que con mi muerte os veáis libres del temor que siempre os causé”. (Fascículo 3, Colección Bicentenario, Correo del Orinoco 2011)

    Después de la muerte del Cacique Guaicaipuro se dice que los españoles masacraron al resto de los Caciques que habitaban las montañas del valle de Caracas, hoy día El Parque Nacional El Ávila.

    Es así con todos estos acontecimientos que el Cacique Guaicaipuro se convirtió en el Símbolo de la Resistencia Indígena


Fuentes:
Resistencia Indígena (Marzo 2011). Colección Bicentenario. Fascículo 3 Correo del Orinoco. Caracas-Venezuela. Disponible en: www.correodelorinoco.gob.ve
Documental Venezolana de Televisión. Guaicaipuro, El cacique de Hierro. Disponible en youtobe.com

lunes, 20 de junio de 2011

Las tribus indígenas

Republica Bolivariana de Venezuela
Universidad Bolivariana de Venezuela
PFG: Comunicación Social
Cátedra: Historia de Venezuela I
Nocturno sección: 1201N
Estudiante: Deisy Páez
CI: 15503275
Profesor: Edgar Marcano



                                                           INTRODUCCION

            Las tribus indígenas, sostuvieron una tenaz lucha contra el invasor español, donde el conocimiento de materiales bélicos de la época jugo un papel importante en el exterminio de los grupos aborígenes.

Los caribes, al igual que otras tribus, mostraron resistencia implacable contra quienes buscaban someterlos en su propia tierra. Los caballos, perros amaestrados, arcabuces, fuerte vestidura y una gran experiencia en el arte de la guerra no lograron extinguir el grito de libertad que retumbaba en las montañas venezolanas, con flechas y lanzas combatieron con tenacidad regando los campos de batalla con su sangre americana.
Esta lucha encarnizada duro varios años de enfrentamientos; hubo episodios de heroísmo, destacando el ímpetu y gallardía de valientes caciques como: Guaicaipuro, Baruta, Tamanaco, Chacao, entre otros.

Aramaipuro
Este cacique fue uno de los jefes de los temibles mariches. Formó parte de la coalición de caciques que se enfrentó a Losada en Maracapana. Bajo su mando actuaron los caciques Chacao y Baruta, y como una especie de jefe de estado mayor participó el cacique Aricabuto. Según Oviedo y Baños, Aramaipuro se presentó con un ejército integrado por tres mil flecheros. Fue la más grande concentración indígena en una batalla concebida para destruir al invasor. La estrategia fue tan bien planeada que Diego de Losada sólo se enteró del peligro cuando ya la mayor parte de las tribus se había reunido. Aramaipuro y sus hombres esperaron a Guaicaipuro, pero al no llegar éste tomaron la decisión de retirarse sin presentar batalla. Sólo Tiuna y sus bravos se quedaron, pelearon y murieron. Aramaipuro siguió peleando muchos años y ya viejo se retiró con sus hombres hacia la costa oriental, en donde se enfrentó a Sir Walter Raleigh, que en 1595 asaltó Cumaná, donde murió. Los piratas atraparon a su hija Urimare que fue destinada como trofeo de guerra para Raleigh, pero la agilidad y coraje de la muchacha la ayudaron a fugarse del bergantín inglés, ganando a nado la costa, pero al llegar a la playa los españoles la hicieron prisionera. Varios meses estuvo Urimare esclavizada por los íberos, hasta que un día, ante el intento de violación de uno de los soldados, Urimare lo hiere mortalmente y huye. Llega a las tierras de Guaicamacuto. El viejo cacique la hace su hija adoptiva. Cuenta la leyenda que Urimare, la hija del gran Aramaipuro, consiguió que la tribu de su padre la obedeciera y se convirtió en la primera mujer en gobernar en este territorio. Al principio, combatió a los españoles, pero aconsejada por su padre adoptivo decide hacer la paz.
Arichuna
Arichuna pertenecía a la tribu de los jiraharas, ubicando su radio de acción en la región de lo que hoy es Lara y parte de Yaracuy. Se formó bajo las órdenes del cacique Queipa y a la muerte de éste, fue seleccionado para dirigir la tribu con el rango de cacique. Luchó al mismo tiempo contra los españoles y contra otra tribu enemiga dirigida por el cacique Guaratarí. Fue el primer cacique que tuvo que ver con la Santa Inquisición, debido a su amistad con Juan Fernández, de origen morisco-portugués, quien fue acusado de herejía por el Tribunal Inquisidor y condenado a muerte. Arichuna, que había aceptado la paz, y que se dedicaba al comercio de especias con los españoles, no pudo creer que aquel hombre, de buenos sentimientos pudiera ser un hereje. Trata de interceder en su favor. El Gobernador Juan de Leiva no quiso tomar cartas en el asunto y Arichuna decide salvarle la vida a su amigo, ataca la prisión, en Valencia, y logra liberar a Juan Fernández. Este hecho ocurrió a finales de 1556. Pasado cierto tiempo, obtuvo el perdón, pero su agradecimiento por Arichuna fue tal que jamás abandonó la tribu. Arichuna vivió muchos años comerciando con los españoles y éstos lo tuvieron siempre en alta estima.
Baruta
Hijo de Guaicaipuro y de Urquía, Baruta recibe de manos de su madre el penacho con plumas rojas, que había usado su padre, al tiempo que le decía:
"Sean estas plumas rojas el símbolo de la sangre de tu padre y de tu pueblo derramadas por el invasor que viene a arrebatarnos nuestra tierra. Defiéndelas con honor."
Baruta no solo atacaba al enemigo, sino que con frecuencia establecía pactos y alianzas con otras tribus rebeldes y obtenía grandes victorias. Sin embargo, en un enfrentamiento contra los españoles es hecho prisionero y conducido ante Garci González de Silva, que para ese momento era el Regidor del Cabildo, y le explica el plan que tiene España para desarrollar la zona y darle mayor bienestar a sus pobladores. Le ofrece la libertad a cambio de la firma de un tratado de paz aceptado por el cacique. Baruta fue un gran jefe en la paz, gozó de la máxima consideración de los españoles, respetaron su autoridad y sus tradiciones, cooperaron con él, enseñándole nuevas técnicas ganaderas y de cultivos. Al morir Baruta fue enterrado con su rito. Más tarde, en 1620, el Gobernador Francisco de La Hoz Berríos, constituyó en su honor, en el sitio donde vivió el cacique, una parroquia con el nombre de San Francisco de Paula de Baruta.
Catia
El cacique Catia ejercía su mando en el territorio ubicado desde la fila que ocupaban los mariches, siguiendo toda la serranía que circunda a Caracas, hasta el litoral. Le gustaba enseñar a los jóvenes guerreros y entre sus alumnos estaba el inmortal cacique Tiuna. Supo ganarse la amistad de numerosos caciques y jefes de tribus. Fueron sus aliados, entre otros, Guaicaipuro, Mamacuri, Guaicamacuto, Naiguatá, Chacao, Baruta y Prepocunate, con cuya colaboración obtuvo significativas victorias. Derrotó a las huestes de Garci González en el valle de Los Guayabos. Era gran estratega, fue piache, con grandes conocimientos de hechicería, magia y artes curativas. Cuando murió Guaicaipuro, quiso recomenzar sus proyectos para enfrentar al enemigo y se entrevistó con sus caciques amigos, pero cansados de combatir, desmoralizados por la muerte de Guaicaipuro y después de la batalla de Maracapana, ninguno de ellos quiso volver a los enfrentamientos aborígenes. Muere en Los Teques, en 1568, luchando contra las tropas de Diego de Losada.
Cayaurima
Cacique cumanagoto de formidables atributos para la lucha, logró que numerosas tribus vecinas e incluso lejanas se unieran a la suya en la contienda a muerte contra el invasor.
En 1520, hace frente a los españoles asentados en Nueva Andalucía, hoy Cumaná. En una de esas batallas dan muerte al gobernador, capitán Diego Fernández de Zerpa, primer mandatario español en esa población. Cayaurima se caracterizó por su cojera, producto de una estocada de lanza recibida en combate. Cae muerto en una celada que los españoles le tendieron, cuando merodeaba un campamento castellano.
Chacao
Chacao, llamado el Hércules americano, de raza caribe, gobernaba justamente en la región caraqueña que hoy lleva su nombre, pero su dominio iba mucho más allá, acercándose a Los Teques. Su aspecto físico era impresionante, era de gran tamaño, tenía audacia y una capacidad muy especial para preparar ataques tipo comando.
Su cacicazgo lo ejercía con sentido democrático y no se recuerda ninguna injusticia cometida contra su gente. Era respetuoso de las normas y de las tradiciones que regían a su pueblo, inclinándose fuertemente por la ayuda a los más débiles, especialmente niños y mujeres.
Su territorio lo defendió con tesón y empuje. Se alió con Guaicaipuro y participó en la coalición de jefes que durante siete años mantuvieron el control sobre todo el valle de los Caracas y la región montañosa de los indios Teques. En 1567 el indio Chacao se enfrenta a Juan de Gámez, oficial de Diego de Losada, quien lo reduce a prisión. Al saber Losada que el bravo Chacao es su prisionero, decide dialogar con él y recobró su libertad. En 1568 renueva su alianza con Guaicaipuro y con sus hombres acude al sitio de Maracapana, serranía adyacente a Caracas. Conocida su inclinación a ayudar a los débiles, especialmente a los niños y mujeres, se le hace saber que un capitán llamado Catario había secuestrado a dos indiecitos y que los tenía esclavizados, juró rescatarlos y devolverlos sanos y salvos a su familia. Chacao fue a rescatar a los niños, entró con gran destreza al campamento español y los liberó. Los hombres de Chacao observaron que su jefe estaba gravemente herido, fue atendido de inmediato por su piache, pero ya no había nada que hacer, el cacique había perdido mucha sangre. Su muerte causó un profundo dolor en su pueblo.
Caruao
 Perteneció  al grupo de los araucas, de los caribes o de los maquiritares, estos grupos eran originarios del  cauca del río Orinoco; que a su vez procedían de la región amazónica. Se le llamo CARUAO, que significa “Dios señor del agua” ya que se le considera el precursor de la ingeniería hidráulica el la tierra venezolana. Fue el primero en regular el movimiento de las aguas y evitar las inundaciones que se producían por las lluvias. Esto lo llevo a convertirse en un ser mítico y poderoso.
Chicuramay -Cuaicurián
Chicuramay fue uno de los veintitrés caciques que fueron condenados a muerte después de la desaparición de Guaicaipuro, por una cruel decisión de la Alcaldía de Caracas, que deseaba alcanzar rápidamente la pacificación del valle. El alcalde los hizo aprisionar, los juzgó sin pruebas y los condenó a muerte. Chicuramay era un cacique muy joven, valiente y amado por su gente, lo que motivó que uno de sus guerreros, el bravo Cuaicurián, se presentara a los jueces, que eran Pedro Ponce de León y Martín Fernández de Antequera y les afirmara que estaban en un error y que el verdadero cacique Chicuramay era él. Sorprendidos los dos funcionarios por la aseveración, procedieron a interrogarlo y quedaron convencidos, ya que Cuaicurián era un joven fuerte con dotes de mando y con conocimientos de las operaciones de su tribu.
Cuando Chicuramay recibió la noticia de que estaba en libertad, no imaginó nunca la dolorosa razón que la causaba. Cuaicurián fue torturado por indios mercenarios, al igual que los otros 22 caciques, y al despuntar el alba fue salvajemente asesinado. Era el año 1569. Chicuramay tembló de ira al saber toda la verdad y buscó venganza. Averiguó que el asesino había sido un hombre de apellido Portolés, que trabajaba como asistente de Fernández de Antequera y le quitó la vida.
Conopaima
Hombre de confianza de Guaicaipuro, alcanza el cacicazgo después de la muerte de éste. Se cree que fue de origen caribe, procedente de lejanas tierras. Llegó a las proximidades de Los Teques y se radicó en El Peñón. Venció en muchas peleas al lado de Guaicaipuro y una de sus más sonadas victorias fue la de Las Adjuntas. En enfrentamiento con Garci González de Silva, en el sitio de Los Carrizales, en 1572, donde al bravo Sorocaima le es amputada la mano, el cacique Conopaima decide buscar la paz con el invasor y se retira de la lucha. Más tarde se arrepiente de su determinación y vuelve a la lucha contra el enemigo. Una noche, estando con su esposa a orillas del río Macarao los españoles los emboscaron y les dispararon para matarlos. La mujer del cacique resultó herida. Conopaima la tomó en sus brazos y ya en la curiara decidió hundirse con ella para morir juntos, pero no fue necesario, un soldado acabó con la vida del cacique.
Guacamayo
Era cacique y piache de la tribu de los Tacarigua. Vivió en las cercanías de la laguna de Tacarigua. Según dice la leyenda, acudía a las batallas luciendo un vistoso penacho de plumas multicolores que le proporcionaban sus fieles amigos; una bandada de guacamayas amaestradas; le acompañaban en sus actividades favoritas: la caza la pesca y la reflexión.

Guaicaipuro
Nacido en Caracas en 1530 y guerrero de confianza del gran Cacique Catuche, asume el cacicazgo a los 20 años de edad, cuando este cacique muere. Guaicaipuro gobernaba a los Caracas y los Teques, ejerciendo directo control sobre los seis caseríos que circundaban su cuartel general en Suruapo.
En 1560 el Gobernador Pablo Collado nombra a Juan Rodríguez Suárez, Teniente General de la Provincia de Caracas y le ordena pacificar a Guaicaipuro. Rodríguez se alía con el mestizo Francisco Fajardo y vence al Cacique de los Teques en las batallas de San Pedro y La Quebrada. Fajardo intenta fundar un caserío en lo que hoy es Catia. Sin embargo, ante un ataque ordenado por Guaicaipuro y ejecutado por Paramaconi, el recién fundado caserío (1560) es arrasado. El año siguiente, en 1561, Juan Rodríguez Suárez refunda el caserío con el nombre de Villa de San Francisco, pero corre la misma suerte que el anterior. En enero de 1562, Guaicaipuro y Terepaima enfrentan y matan al Capitán Luis de Narváez. Guaicaipuro convoca entonces a una alianza estratégica de todos los caciques de la región, aceptan el pacto los jefes Baruta, Naiguatá, Chacao, Aramaipuro, Guaicamacuto, Paramaconi, Terepaima y Chicuramay. Durante años esta alianza se mostró triunfadora, pero Guaicaipuro perdió su oportunidad en Maracapana, en 1568, batalla clave en la que participaron todas las tribus aliadas. Derrotados por el ejército conquistador en forma contundente, la coalición se disuelve y los jefes regresan a sus tierras. Guaicaipuro se refugió en Suruapo. Ese mismo año ataca a Diego de Losada, esté ordena al Alcalde Francisco Infante que ataque a Guaicaipuro en el propio sitio de Suruapo, Infante buscó indios pacificados y fieles a España que conocían el modo de llegar a la vivienda del cacique. En Suruapo penetraron hacia el caney del jefe indio, Guaicaipuro tomó la espada y dio muerte a los que lo atacaron. Se guareció luego en su choza, pero los españoles le prendieron fuego y conminado a rendirse el cacique no aceptó y prefirió morir atrapado por las llamas.
Guaicamacuto
Este cacique de la tribu de los caribes se caracterizó no sólo por ser calculador y astuto, sino también, por ser negociador con sus homólogos y jefes indígenas Comandaba la costa litoral venezolana, desde La Guaira hasta Oriente. En 1555 inicia su entrada en la historia al recibir al mestizo Francisco Fajardo en forma pacífica. En 1558, Guaicamacuto en unión con el indio Paisana, dirigió la rebelión contra los españoles. Promovió la Alianza de Uvero con Terepaima, Catia y Paramacay. Atacó a Rodríguez Suárez, unido a Terepaima y Guaicaipuro en el sitio de Las Lagunas, donde perdió la vida el capitán español. En 1568 se unió a Guaicaipuro en la batalla de Maracapana. Más tarde decide pactar con Losada lo que le permitió regir en paz los designios de su pueblo hasta que le sobrevino la muerte a edad avanzada.
Guaratarí - Queipa – Mamacurri
En 1555 Alonso Díaz de Moreno funda la ciudad de Valencia del Rey e inicia tratos con los caciques, con el fin de pacificar la región. Queipa, uno de los caciques más influyentes de la zona, pacta la paz con el conquistador, pero el Cacique Guaratarí no le perdona lo que considera una traición y le declara la guerra a ambos. Guaratarí enamorado de la princesa Tibaire, hija de Queipa, envía al Piache El Tiznado a negociar la boda, lo que fracasa y Guaratarí, lleno de furor, inicia una terrible guerra contra el cacique Queipa y su tribu; en ese enfrentamiento el jefe jirahara muere en las manos de El Tiznado. Guaratarí también elimina al cacique Mamacurri y sigue la guerra contra España, sin coordinar con otros caciques, hasta que un día murió su fiel Tiznado y más tarde, él pierde la vida al enfrentarse a los arcabuces españoles, en una batalla cercana a Valencia.
Guarauguta
Este cacique intensificó sus ataques contra el Capitán Diego García de Paredes en 1562 quien es llamado a España y designado gobernador de la provincia de Popayán y cuando venía a tomar posesión de su cargo, en 1563, decide descender en Cabo Blanco, Venezuela, y es atacado por el cacique Guarauguta y pierde la vida al lado de sus lugartenientes Alonso Zapata y Francisco de Las Casas. Pocos hombres pudieron salvar sus vidas. Huyen en su barco y viajan hacia Borburata, esto le dio fama al cacique Guarauguta, quien intensificó sus ataques contra los invasores. El capitán Gómez de La Peña, vence al guerrero, quien muere acribillado en los alrededores de Catia La Mar.
Manaure
Manaure hombre pacífico y negociante apreciaba la paz como sistema de vida. Su relación con los españoles se complicaba en ocasiones, pero no por su culpa. Los conquistadores irrespetaban la autoridad de los caciques y ni siquiera consideran a aquellos jefes que se convertían en sus aliados. Fue jefe de la nación caquetía o caiquetía, la cual estaba ubicada en la zona que hoy ocupa el estado Falcón. Era un hombre valeroso, pero prudente, que ostentaba un cacicazgo muy al estilo de las cortes europeas. A diferencia de Guaicaipuro y, en general, los jefes caribes, no sufrió penurias y pruebas antes de ser designado cacique. Representaba a una nación que tenía como principio servir al jefe, brindándole toda clase de comodidades. En sus recorridos, el jefe caquetio era transportado en hamaca o en andas, cargado por sirvientes de su propia tribu. Su área de influencia abarcaba además las islas circunvecinas, hoy llamadas Aruba y Curazao. Su centro de poder lo tenía ubicado en el poblado de Todariquiba, cerca de la actual Sabaneta. Luego de la fundación de Coro, en 1527, se traslada a esa ciudad. Entró en contacto con los españoles a través de sus guerreros Baracuyra y Baltasar. En principio, negociaron la paz con Gonzalo de Sevilla, asistente de Juan de Ampíes, hacia el año 1522. En 1525 un grupo de traficantes de esclavos asaltan la zona y toman prisioneros a varios parientes de Manaure. Ampíes los socorre y los rescata de sus captores, que los habían llevado a Santo Domingo para venderlos, y Manaure quedó para siempre agradecido de Ampíes, quien lo bautiza en 1528 con el nombre de Martín. Cuando Ambrosio Alfinger asume el poder, procede a expulsar a Ampíes y apresa a Manaure. Luego de su liberación, Manaure se retira a unos 300 kilómetros de Coro. A Manaure le fue conferido señorío sobre tierras y vasallos, pero este trato se rompe y el viejo cacique se refugia con sus bravos en las tierras de Yaracuy, que le da protección, y allí muere en un enfrentamiento con los hispánicos en el sitio de El Tocuyo.
Mara
Este cacique de trato firme y autoritario, asumía toda la figura autocrática de quien gobierna asistido por poderes sobrenaturales. Fue caudillo de una vasta región occidental que se extendía desde las orillas del lago conocido como Maracaibo y el río Magdalena, en el límite con lo que hoy día es Cartagena. Los fieros indios motilones conocieron las incursiones de este cacique que consiguió someter a muchas tribus de la región, con las cuales hizo frente al invasor. Perfecto conocedor de la geografía guajira, Mara consiguió ejercer una prolongada resistencia al invasor español. Muere luchando contra un capitán español, que lo captura malherido y lo deja sumirse en su agonía, tratando de negociarle un trato de libertad a cambio de su riqueza. A la muerte de Mara no le sucede ningún otro cacique de su talla, por lo que la región fue prácticamente pacificada.
Maracay
Maracay fue un valiente guerrero, perteneciente a la tribu de los araguas, cuyo nombre serviría luego para denominar una nueva tribu descendiente de la que él era originario. Dominó sobre la extensión que hoy ocupa el estado Aragua y parte de otros estados colindantes, especialmente hacia la costa por los predios del cacique Turiamo, quien fuera su aliado en muchas batallas. La fama de Maracay se sustenta en la derrota de Rodríguez Suárez. La batalla sostenida contra los soldados del mencionado capitán degeneró en duelo entre cacique y conquistador. La destreza y fortaleza de Maracay acabó pronto con su contrincante, quien debió retirarse vencido a su campamento. La muerte de Maracay le sobreviene a temprana edad, como consecuencia de la traición de uno de los suyos, lo que permite que el conquistador español lo ejecute mientras descansaba.
Meregote
Cacique sucesor de Maracay, le correspondió la difícil tarea de dirigir a sus hombres en contra de los invasores, después de la muerte de Maracay. Gracias al tesón, liderazgo y estrategia, consigue reagrupar a los indios araguas y los convoca a un juramento en el que se comprometieron, en honor de su antiguo jefe Maracay, a luchar hasta la muerte. Por su parte, los españoles no titubeaban ya para alcanzar su objetivo. La tierra ocupada por el cacique Meregote y sus indios araguas debía ser rendida a la bandera española a la mayor brevedad. Los dos bandos se enfrentaron en una batalla definitiva en el sitio denominado La Colina de La Cruz. Allí murieron los hombres de Meregote. Ninguno se rindió. Meregote fue un digno heredero de Maracay.
Murachí
Con este nombre se conoce al bravo cacique mocotíe, que habitaba en la sierra merideña, en un lugar de muy difícil acceso cercano al río Chama. El sitio era denominado Murrupuy por los indígenas. Eran indios laboriosos, que producían algodón con el que tejían bellas cobijas y ruanas, que les servían para protegerse de las inclemencias del tiempo. También producían otras artesanías y se dice que llegaron a poseer minas de oro en Acequías y Aricagua. Enfrentó las tropas de Juan de Maldonado, que fundó Mérida en el año 1559. Su esposa era la princesa Tibisay, hija del cacique de Las Vegas del Mucujún. Eran adoradores del sol, al cual llamaban Ches. En la medida en que la guerra avanzaba, Murachí se dio cuenta de que la gran belleza de su amada la ponía en peligro y para protegerla la envió hacia el interior de su territorio, en el sitio más recóndito y secreto, en compañía de sus guerreros más leales. Sus hombres fueron diezmados y su tierra conquistada por el hombre blanco, pero Murachí nunca se rindió. Murió peleando contra el invasor en el año de gracia de 1560.
Naiguatá
Naiguatá, cacique de la familia caribe, ejercía su dominio a lo largo de una extensa zona costera que partía del río Anare, en los predios del Cacique Guaicamacuto, hasta las costas anzoatiguenses de lo que hoy se conoce como Puerto La Cruz.
Naiguatá, tenia como huéspedes a los soldados de Rodríguez Suárez y uno de ellos, queriendo lucir sus dotes de cazador, hirió de muerte a una gaviota, hecho que encolerizó a Naiquatá, exigiendo la ejecución del agresor y no consiguiendo tal solicitud con Rodríguez Suárez, tomó por asalto el campamento de los soldados y sometió a sentencia al inculpado. Al momento de dar muerte al reo, una bandada de gaviotas hizo acto de presencia Naiguatá interpretó como el perdón de las aves hacia el agresor y lo soltó.
Naiguatá vivió muchos años y pudo conocer muchos de los cambios culturales que impuso el colonizador.
Paisana
En 1555 el cacique Paisana estableció amistad con el mestizo Francisco Fajardo, hijo de una princesa guaiquerí y de un español de su mismo nombre. Fajardo solicitó paso libre por la tierra de los Caracas, a lo que accede el jefe indio. Fajardo entró al valle en compañía de sus hermanos Alonso y Juan Carreño, que también eran mestizos y de 20 indios de confianza. En 1557 regresa al valle de los Caracas, esta vez acompañado de su madre y de unos 100 indios guaiqueríes. Llevaba autorización del gobernador Gutiérrez de La Peña para gobernar y poblar la costa desde Borburata hasta Maracapana. Paisana no aceptó la fundación del Hato de San Francisco que hizo Fajardo en 1560, envenenó las aguas, causando la muerte a mucha gente, incluyendo la madre de Fajardo y éste lo condenó a morir en la horca.
Paramacay
Cacique de origen cumanagoto, gobernó su tribu hacia el año 1569. Su territorio estaba ubicado en la región de Mamo, entre la costa barloventeña y el valle de Los Guayabos.
Tocó a Paramacay un tiempo difícil en la lucha contra el colonizador, por cuanto debió reiniciar los enfrentamientos a raíz de la instauración de un encomendero, el capitán Julián Mendoza, quien quiso imponer el trabajo gratuito y obligar a los menores de 20 años para que se convirtieran en servidumbre suya o de sus familiares.
Paramacay enfrenta en diversas escaramuzas a su tribu contra el encomendero y sus seguidores. En una de ellas captura y secuestra a Dolores Ruiz, la esposa de Julián Mendoza y a sus dos menores hijos, por quienes exige rescate al comendador y pide trato justo y conciliatorio para los suyos, logrando su objetivo mediante la presión del plagio.
Paramaconi
Su nombre significa caimán pequeño. Habitaba en la zona centro-norte-costera del país. Los españoles lo llamaban el cacique-caballero. Se unió a Guaicaipuro al iniciarse la década de los sesenta y presentó dura oposición a las tropas invasoras. Su origen cumanagoto lo ubica en la raza caribe.
En 1561 Guaicaipuro atacó las minas de la región de Los Teques, en donde murieron todos los españoles, incluyendo los hijos de Rodríguez Suárez y Paramaconi también arrasó con sus guerreros la Villa San Francisco, levantada por Rodríguez, en el mismo lugar donde Losada fundará a Caracas seis años más tarde. Cuando ya tenía ganada la batalla, ocurrió que una estampida de ganado destrozó a sus bravos toromainas y se vio obligado a retirarse.
Paramaconi atacó más tarde, unido a la coalición de caciques, el sitio del Collado (hoy Caraballeda) en donde vencieron a Fajardo y éste se retiró a Margarita con sus hombres. En 1567 llegó Diego de Losada y realizó la fundación de Caracas. En 1568 concurre a la gran coalición convocada por el gran jefe Guaicaipuro, pero la operación no tuvo éxito.
A comienzos de 1570, Garci González decidió exterminar al enemigo y lo atacó de noche en su caney. Paramaconi en la lucha fue herido y González le mando a curar las heridas y a partir de ese momento hubo paz entre ambos hombres y fueron amigos.
Pariata – Maiquetía
A mediados del Siglo XVI, se encontraban liderando a los indios del litoral central los caciques Pariata y Maiquetía. Se dice que Maiquetía era el verdadero cacique y que Pariata era uno de sus guerreros de mayor confianza, al lado de hombres de la calidad de Curucutí y Guracarumbo.
Pariata tenía su residencia en el lugar denominado Los Guayabos, en lo que hoy es Catia La Mar, pero su territorio abarcaba todo el sitio de lo que aún hoy se llama Pariata en el litoral central venezolano. Su vecino más cercano era el cacique Maiquetía, quien muy pronto decidió pactar la paz con los españoles. Pariata no se doblegó. Una de sus más recordadas hazañas fue la del ataque al bergantín español El Pelayo, el cual incendió y destruyó por completo.
Pariata decidió pelear al lado de Guaicaipuro y cuando éste muere sirvió en las tropas de Tamanaco, una vez liquidada la resistencia y pacificados la mayor parte de los grandes jefes se retira con sus familiares y allegados a un sitio apartado.
Murió en edad avanzada pero pudo ver la fundación de La Guaira por Diego de Osorio el año de 1589.
Prepocunate
Formado entre los guerreros de confianza de Guarauguta, al lado de quien luchó hasta su muerte, Prepocunate recibe el cacicazgo de los indios guaraúnos, entre quienes se destaca por su ferocidad. Era hombre de poco hablar, de extrema exigencia con sus hombres y consigo mismo. Esta conducta ejemplar le dio un halo carismático entre las tribus caribes y eso le permitió acometer con valor y éxito cientos de empresas en contra de las tropas españolas. Para doblegarlo, el gobierno español seleccionó a los capitanes Hurtado y Carrizo, quienes lo apresaron y para que no escapara lo amarraron alrededor de un árbol, custodiado por un pelotón que debía escoltarlo hasta el momento de su ejecución. Al día siguiente al amanecer, Hurtado fue a buscar al prisionero para conducirlo al lugar de su ejecución, al llegar al árbol sólo encontraron las sogas rotas, tiradas en el suelo, junto a una rosa de montaña que el fiero guerrero caribe acostumbraba usar en su larga cabellera negra. Prepocunate no apareció. Se desvaneció, sin que los españoles pudieran encontrar una explicación racional. Sin embargo, a los pocos días volvieron a saber del cacique. Prepocunate comenzó entonces una guerra devastadora, golpeando duramente al adversario, sin darle tiempo para reaccionar, y desapareciendo con toda rapidez del campo de batalla. Un día del año 1570 al tratar de atacar por sorpresa en el sitio donde hoy se levanta la ciudad de Los Teques, fue nuevamente cercado y luchó hasta la muerte.
Sorocaima
Algunos historiadores afirman que era guajiro o tequeño de clase guerrera y que llegó a la región de los indios Teques por problemas que tuvo en su propia tribu. Llegó a convertirse en hombre de confianza y uno de los lugartenientes del gran Guaicaipuro y a la muerte de éste, quedó como jefe guerrero bajo el mando de Conopoima. En 1570 participó en los ataques contra la recién fundada Santiago de León de Caracas, bajo el mando de Conopaima y Terepaima. En 1572, Garci González de Silva apresó a Sorocaima, Conopaima seguía resistiendo. Ante este hecho y deseoso de terminar la batalla rápidamente, González decide utilizar a Sorocaima como carnada y dice en alta voz, para que lo escuchen los otros guerreros, que el jefe indio perdería su mano derecha, que le sería amputada, a menos que se rindieran. En este último caso, se perdonaría la vida a todos. Es allí cuando el Jefe Sorocaima, le dice a los guerreros:
Ataquen con fuerza, mis valientes, que los españoles no tienen mucha gente.
Y luego, sin vacilar, estira el brazo para que le amputen la mano derecha, lo cual fue llevado a cabo por oficiales al servicio de Garci González. Sorocaima, en un gesto que reflejaba por igual el valor y la grandeza de su raza, tomó con su izquierda la derecha y, levantándola la ondeó en señal de triunfo. Luego, avanzó hacia sus hombres. Garci González había ordenado su libertad. Sin embargo, al dar la espalda al enemigo uno de los soldados le disparó a traición, quitándole la vida.
Tamanaco
Dos años después de la muerte del gran Cacique Guaicaipuro, surge Tamanaco, cacique de los indios mariches y de los quiriquires. Su misión, al igual que Guaicaipuro, era la de propiciar una alianza entre las diferentes tribus. El 5 de diciembre de 1570, llegó a Coro, capital de la provincia de Venezuela, el gobernador y capitán general Diego de Mazariegos, pacta con los enemigos de Tamanaco. Nombra al avanzado Francisco Calderón para pacificar el valle de Caracas y lo designa teniente general de la recién fundada ciudad de Santiago de León de Caracas.
Calderón envía al capitán Pedro Alonso Galeas a rendir a Tamanaco. Galeas lo persigue y entra en tratos con el cacique Tapiaracay, enemigo de Tamanaco y del pacificado cacique Aricabuto, quien le ofrece ayuda a cambio de que le entregue a este último. El trato no se consolida y Galeas se mide con Tamanaco en una pelea en la que participa Garci González de Silva y el indio Aricabuto, que les sirve de guía. El combate no tuvo vencedor. Tamanaco decide atacar a Caracas, los españoles retroceden hasta las orillas del río Guaire. El capitán Hernando de la Cerda, se enfrenta con Tamanaco y este vence. Los indios no advirtieron la llegada de una caballería española, Tamanaco y sus hombres quedaron atrapados y fueron hechos prisioneros. Guaicaipuro fue condenado a morir en la horca, luego su cabeza sería exhibida para que sirviera de escarmiento a los rebeldes. Garci González, que había sido elegido Regidor del Cabildo de Caracas en 1573, estuvo en desacuerdo con la medida, ya que admiraba el valor, el temple y la dignidad demostrada por el guerrero. En el medio de estas consideraciones intervino un capitán de apellido Mendoza, que era propietario de un perro y sugirió que le dieran a Tamanaco la oportunidad de escoger entre la muerte en la horca o la posibilidad de salvar su vida si vencía al perro. Garci González estuvo de acuerdo, al igual que el resto de los miembros del Consejo de Guerra, Tamanaco acepto.
Tamanaco fue desatado y colocado en la Plaza Mayor (hoy Plaza Bolívar) Mendoza, soltó el perro, Tamanaco recibió varias mordeduras que le causaron la muerte.
Terepaima
Terepaima, cacique de araucos y meregotos, dueño del territorio que limitaba con los Teques, era tenaz como guerrero, ágil y preciso en las conquistas, alcanzó éxito en las batallas contra Rodríguez Suárez. Su dominio alcanzaba el Tuy, San Pedro, Mariches, hasta el territorio que hoy ocupan los estados Miranda, Aragua, parte de Carabobo, Cojedes y parte de Lara. Terepaima, sabiendo que el español Rodríguez Suárez lo tenía sentenciado a muerte, reunió los indios Paracotos y en un feroz ataque contra los españoles, extinguió la vida de Rodríguez Suárez. La victoria y el hecho de que Terepaima fuera el que diera muerte a Rodríguez, le creó una aureola de leyenda. Hasta ese momento, había actuado como jefe sin que los piaches de su tribu aprobaran su ascenso a la categoría de cacique. El triunfo de Terepaima sobre el español que mató a Yoraco, le dio argumentos para adquirir el liderazgo que ambicionaba.
La historia de este hombre demuestra que no sólo fue hábil como guerrero, sino que también tenía dotes para la política y para la diplomacia. De hecho, en 1559 negocia con Francisco Fajardo permitiéndole paso por su territorio después de habérselo negado. En 1561 vence a Luis Narváez, que había penetrado en su territorio con propósitos belicosos. Losada se enfrentó con Terepaima en el 67 y no pudo someterlo.
Fue Garci González de Silva quien logró establecer la paz con él, pero el indio muy pronto volvió a la guerra, a defender lo que creía que era suyo y en una cruenta pelea encontró la muerte a mediados de la década del 70.
Tiuna
Intrépido guerrero, nacido en la tribu de los Caracas, creció bajo la tutela del Cacique Catia y se caracterizó por su rigidez y valentía. Su poder lo ejercía en el valle de Los Guayabos, territorio que hoy día es conocido con el nombre de Catia La Mar.
 Su dominio se extendió a través de las montañas, limitando con Filas de Mariches y los Valles del Tuy, incluyendo parte del valle de Caracas. Uno de sus hombres de confianza era el guerrero Aramaipuro, conocido como "ponzoña de abeja". Entre sus éxitos se recuerda el de Villa del Collado, hoy Caraballeda, así como el de Cayapa, donde derrota al legendario y cruel Rodríguez Carpio. En 1568 Tiuna reunió casi cuatro mil hombres, unido a los caciques Guaicamacuto y Aricabuto, para dar una pelea decisiva en Maracapana, sabana cercana a Caracas. Para destruir al invasor, estaban los caciques Naiguatá, Uripatá, Anarigua, Mamacuri, Querequemare, Prepocunate, Araguaire, Guarauguta, con siete mil guerreros; Aricabuto y Aramaipuro representaron a la nación mariche al mando de tres mil flecheros.
El gran cacique Guaicaipuro, que debía acudir con dos mil guerreros, no llego al sitio a causa del mal tiempo. Algunos caciques se retiraron, pero otros, motivados a la lucha por el cacique Tiuna decidieron combatir, Losada los enfrentó. La batalla fue desastrosa, los caciques decidieron retirarse. Tiempo después, Tiuna se dedicó a hostigar implacablemente a todo conquistador. Los exasperados españoles pusieron precio a su cabeza. Y, según algún cronista, un indio traidor, lo atacó con una flecha causándole la muerte.
Yaracuy
Hijo del cacique Chilúa y nieto del indómito Yare, comandaba un imperio de más de 500 poblaciones indígenas, conocida como Guadabacoa. En el momento del Descubrimiento, el inmenso imperio central estaba integrado por otras tribus, tales como, tarananas, yaritagua, acharigua, torondoyes, y zararas. Otras tribus, entre ellas los macaures y los caripes se aliaron con los españoles para hacerle frente a Yaracuy. El conquistador Diego García de Paredes, junto con el capitán Juan de Vargas, intentaron tomar tierra firme e instalarse en el bastión de El Tocuyo, pero Yaracuy los venció en la batalla de Cuyucutúa, en 1552. Luego es capturado y condenado a muerte, pero consigue desarmar y poner fuera de combate a varios soldados y al fin sucumbió bajo el fuego de los arcabuces.
Yare
Yare, cacique de cumanagotos, quiriquires, charagotos y araucos, gobernante de las tierras que hoy comprenden los estados Miranda, Anzoátegui y parte de Monagas, fue además Piache y sumo sacerdote y uno de los guerreros más fieros entre todos los que se enfrentaron al conquistador español. Derrotó en Maturín al capitán Zerpa, unido a Terepaima; en Barquisimeto, hicieron morder el polvo a Juan Rodríguez Suárez. Al enterarse de la muerte de Tamanaco, Yare tembló de ira y juró vengarse del capitán Mendoza, dueño de la fiera que dio muerte al cacique, lo persiguió hasta que consiguió acorralarlo en Aragûita. Al tenerlo prisionero lo hizo degollar, junto con su perro, y la cabeza de ambos las envió a los familiares de Tamanaco. Yare siguió su guerra sin cuartel, venciendo y siendo vencido, hasta que un día de 1575 los arcabuces españoles acabaron con la vida del guerrero.
Yavire - Paramaiboa - Pariaguán
Yavire fue uno de los grandes caciques caribes de la región guayanesa. Se le atribuye la unificación de las tribus que moraban en la región del Caroní y extiende su influencia hacia el norte, en lo que hoy son los estados Sucre, Monagas y Anzoátegui. En las batallas causaba muerte y terror entre sus adversarios. En una de sus más cruentas batallas contra el invasor, Yavire descuida su retaguardia y muere bajo el fuego ibérico en la batalla que sostuvo contra ellos en el sitio conocido hoy como Caicara de Maturín. Poco tiempo antes de morir peleó en Cumaná y allí recibió una fuerte herida en el brazo derecho, que lo dejó semi inútil. Varios de sus guerreros obtuvieron el grado de cacique o de jefe. Lucharon bajo sus órdenes los legendarios Paramaiboa y Pariaguán, que si bien se enfrentaron por el mando a la muerte de su jefe, muy pronto unieron fuerzas nuevamente para combatir al extranjero. Paramaiboa, fiel a las enseñanzas de su jefe, funda una coalición de pequeñas tribus hacia el norte de lo que muy pronto sería la nación venezolana.
Su adversario fue el gran capitán español Gonzalo de Ocampo, quien actuando con extrema crueldad quiso dar un escarmiento definitivo a los caribes, para lo cual apresó y ahorcó a varios renombrados caciques; y a otros los envió como esclavos a Santo Domingo. Sin embargo, Paramaiboa en el norte de oriente y Pariaguán en el sur, seguirían fíeles al juramento que le hicieran a Yavire. Unen sus fuerzas y presentan batalla en Guanta (Anzoátegui), pero el militar español les propina una fuerte derrota. Paramaiboa ataca de nuevo a Ocampo, obligándolo a retirarse hacia Nueva Andalucía (Cumaná). El cacique cobra venganza y somete a juicio militar a veinte soldados y cinco oficiales españoles, los condena a muerte y no los ejecuta gracias a la oportuna intervención de Fray Bartolomé de Las Casas, sacerdote defensor de los indios. El guerrero caribe escuchó los ruegos del padre de Las Casas, a pesar del odio que sentía por Ocampo.
Paramaiboa muy pronto se enfrentó al nuevo jefe español, Alonso de Vera y Aragón, al que también derrotó. Cuando se marchó Vera, conocido en la historia con el apodo de "Tupí", regresó de nuevo Ocampo, pero esta vez traía la diplomacia como arma y un oficial de gran temple de apellido Monsalve. Sus primeras medidas fueron las de apresar a los indios y luego liberarlos, no sin antes entregarles regalos. Al enterarse, Paramaiboa dio la orden de regresar los regalos y de advertir al invasor que debía abandonar sus predios. Ocampo colgó a los emisarios y esto dio inicio a una nueva guerra. Acorraló entonces a Paramaiboa y Pariaguán en el sitio denominado La Zapoara, hoy El Chaparro (Anzoátegui), pero fue vencido por Pariaguán, aunque en la batalla muere valerosamente el cacique Paramaiboa. Pariaguán era un cacique respetado y admirado por sus hombres. La noche de la batalla de La Zapoara, Pariaguán preparó su estrategia sigilosamente, con Paramaiboa, pero cuando comenzaron las acciones, él personalmente dirigió la batalla al frente de sus hombres, Paramaiboa, por su parte, lucha con fiereza y muere en la batalla. Pocos españoles sobrevivieron. El capitán Monsalve, que dirigió a los españoles, no pudo soportar la derrota y se suicidó.
Luego de la batalla, Pariaguán dirigió las exequias de su amigo Paramaiboa y de inmediato se dedicó a consolidar su triunfo, reunificando el antiguo dominio de Yavire. Se preparó para la destrucción final del adversario. Por su parte, los españoles reordenaron sus fuerzas y emprendieron una acción globalizante. Ocampo decidió entonces unir todas sus tropas y atrapó a Pariaguán en el sitio de Los Cardones (Monagas). Su lugarteniente Castellanos atacó por un lado y Ocampo en persona lo hizo por el otro. Pariaguán fue diezmado y sus tropas aniquiladas. Con los pocos sobrevivientes se internó en las selvas de Guayana y no se supo más de él.
Yoraco
Yoraco en la etimología indígena chama significa zorro o diablo. Este indio nació en el valle de Tácata, siendo aún muy joven, visitó a sus parientes quiriquires ubicados en la costa de lo que hoy se conoce como estado Sucre, en Cariaco. Allí vio las naves españolas llegando a las playas y descargando productos por hombres de una piel pálida, con armas que nunca antes había imaginado, supo entonces, que su tierra ya no era suya y sintió un deseo obsesivo de luchar para reconquistar sus tierras y la dignidad de su pueblo. Yoraco comenzó a formarse para el liderazgo. Volvió a Tácata y allí fue protegido y educado por los piaches. Combatió ferozmente al agresor español. Su objetivo era expulsar a los invasores. Creció su fama de hombre valiente, amparado por el poder sobrenatural que le dieron los piaches. Se supo que tenía un amuleto, especialmente ensalmado para él, que lo protegía de todos los males y peligros. Los españoles enviaron al capitán Juan Rodríguez Suárez para vencerlo, partió con 200 hombres bien armados y un pelotón de caballería. Yoraco lo esperó en su territorio, la batalla fue dura, sin reglas, sin descanso. Un día ganaba Yoraco y el otro le tocaba la victoria a Rodríguez. Cuando llevaban varios días de enfrentamiento, decidieron los dos líderes resolver la contienda ellos mismos. La pelea comenzó una mañana de 1561, la lucha fue agotadora hasta que decidieron estrecharse las manos en señal de mutuo respeto y admiración, y luego cada bando se retiró a su respectivo cuartel. Yoraco, enfrentó nuevamente a Rodríguez Suárez y en el combate murió atravesado por la lanza de un soldado ibérico.

                                               CONCLUSION.
            Todos nuestros aborígenes dieron lo mejor de si para defender sus tierras, su cultura, sus costumbres, sus regiones y a  su gente, pues eran fieles amantes de la libertad y tenían un  sentido de pertenencia  infinito, no tenían un gran ejercito  pero los pocos luchadores que habían mostraron una resistencia implacable al combatir contra los invasores, tenían pocas armas para pelear, pero hicieron buen uso de esas pocas armas tanto que; los invasores temieron de nuestros indígenas, pero estos no temieron por las armas temieron porque nuestros aborígenes lucharon unidos, en grandes concentraciones batallaron con tenacidad donde muchos de ellos perdieron sus vidas en los campos de batalla, pero a ellos eso no les importaba; porque lo que a ellos le importo fue dejarle a sus siguientes generaciones un país libre de esclavitud y libre de invasores. Entonces ahí es donde yo digo si nuestros indígenas lucharon con tan poquitas armas y con tan poquito ejército al punto que no les importo dar sus vidas con tal de salvar a las siguientes generaciones de la represión, de la esclavitud y de los ladrones que se hicieron llamar conquistadores; ¿porque nosotros que tenemos todas las herramientas y todas las  posibilidades de luchar por nuestro país no lo hacemos si todo esta a nuestro alcance y en nuestras manos?
Esta es una pregunta para la reflexión, de muchos y muchas que viven y creen vivir en un cuento de hadas o en el país de las maravillas sin saber que si se puede dar más de si mismos, que si nos unimos podemos luchar como lo hicieron nuestros seres inmortales los aborígenes nuestros  CACIQUES VENEZOLANOS.